Los domingos en la mañana generalmente son soleados, y a las 9:00 a.m. nos encontramos atravesando el parque camino a la estación del metro, bajamos en Guting Station para llegar a la iglesia.
La clase de Brian comienza a las 11:15 aproximadamente. Veo los rostros de los hermanos expectantes y a la vez tranquilos; ellos han confiado en que mi esposo podrá ofrecer una buena clase.
Tengo que confesarles que el primer domingo fue el más difícil, Brian estaba muy nervioso y no sabía cómo iba a responder nuestro grupo a la enseñanza que había preparado, pero los dos confiábamos plenamente en que Dios estaba respaldando ese tiempo.
Han pasado seis semanas y el grupo se ha mantenido listo a recibir la enseñanza de cada domingo, ellos han mantenido su interés por seguir cada lección. Reconozco que Dios está haciendo un hermoso trabajo en las vidas de los hermanos y que mi esposo ha hecho esta clase dinámica, interesante e ilustrativa.
Mientras estudiamos San Lucas estamos aprendiendo cómo Dios siempre usará nuestras vidas para cumplir su propósito, cómo él nos desafía y cómo nosotros somos parte de sus planes eternos.
Ahora Brian está lanzando retos al grupo; cada domingo los hermanos deben escribir unas líneas sobre los aprendizajes más significativos para su vida. Yo lo he hecho, de esta manera aprendemos más el inglés y estudiamos la Palabra de Dios.
La clase termina a las 12:00 y los hermanos siempre agradecen a Brian la lección de esa mañana.
Ha sido tan gratificante ver como los hermanos se acercan a mi esposo para expresarle la bendición que él está siendo a sus vidas. Eso es lo que llena nuestro corazón, saber que la Palabra cobra vida en ellos. Oramos porque cada domingo sea un día clave en nuestras vidas y en la vida de nuestros nuevos amigos.
lunes, 16 de julio de 2007
Primer Post de Taiwan
Después de 10 meses de que nos casamos nos encontramos en Taiwan. Pasamos los primeros meses pidiéndole a Dios que nos indicara el lugar que Él tenía para nosotros, pero nunca esperamos escuchar "Taiwan". Desde siempre los dos sabíamos que Dios nos llamaría a otro lugar a vivir y servirle.
Dios contestó nuestro pedido con una oferta de trabajo que no pudimos ignorar. Los dos trabajaríamos juntos en un instituto con una situación económica algo mejor que antes. Además nos ofreció un ministerio con la iglesia local dando una clase bíblica en inglés. Después de unas semanas de orar y buscar consejos, supimos que Dios sí tenía una bendición para nosotros aquí.
Pues, nos encontramos aquí en el Oriente, y con una vida completamente distinta. Estamos trabajando con Pacific English Institute, un instituto que se dedica a dar una educación integral en el idioma inglés. El instituto instruye bajo principios cristianos pero no es una institución de enseñaza religiosa. Yo (Leslie) estoy dando clases de español básico y diseñando un proyecto institucional.
Yo (Brian) estoy dando clases de varias materias en inglés y el rango de edad es de 6 a 15. Todavía estoy luchando por organizarme, pues aun tengo mucho que aprender sobre diseñar programas de clase. Además, no es raro que el director cree una nueva clase el día que comienza, y a la hora de comenzar, me diga: Brian, ahora vas a dar una clase de ajedréz. Ahora estoy más acostumbrado a la locura.
Una de las cosas que más nos ha gustado es el tiempo de comunión que tenemos con el grupo de la clase bíblica. En un mundo saturado de idolatría e infelicidad, esta familia es una gran bendición.
Les invitamos a vivir esta aventura con nosotros. Los extrañamos mucho.
Un abrazo,
Brian y Leslie
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