lunes, 16 de julio de 2007

Nuestros Domingos... Especiales

Los domingos en la mañana generalmente son soleados, y a las 9:00 a.m. nos encontramos atravesando el parque camino a la estación del metro, bajamos en Guting Station para llegar a la iglesia.

La clase de Brian comienza a las 11:15 aproximadamente. Veo los rostros de los hermanos expectantes y a la vez tranquilos; ellos han confiado en que mi esposo podrá ofrecer una buena clase.


Tengo que confesarles que el primer domingo fue el más difícil, Brian estaba muy nervioso y no sabía cómo iba a responder nuestro grupo a la enseñanza que había preparado, pero los dos confiábamos plenamente en que Dios estaba respaldando ese tiempo.

Han pasado seis semanas y el grupo se ha mantenido listo a recibir la enseñanza de cada domingo, ellos han mantenido su interés por seguir cada lección. Reconozco que Dios está haciendo un hermoso trabajo en las vidas de los hermanos y que mi esposo ha hecho esta clase dinámica, interesante e ilustrativa.


Mientras estudiamos San Lucas estamos aprendiendo cómo Dios siempre usará nuestras vidas para cumplir su propósito, cómo él nos desafía y cómo nosotros somos parte de sus planes eternos.

Ahora Brian está lanzando retos al grupo; cada domingo los hermanos deben escribir unas líneas sobre los aprendizajes más significativos para su vida. Yo lo he hecho, de esta manera aprendemos más el inglés y estudiamos la Palabra de Dios.

La clase termina a las 12:00 y los hermanos siempre agradecen a Brian la lección de esa mañana.

Ha sido tan gratificante ver como los hermanos se acercan a mi esposo para expresarle la bendición que él está siendo a sus vidas. Eso es lo que llena nuestro corazón, saber que la Palabra cobra vida en ellos. Oramos porque cada domingo sea un día clave en nuestras vidas y en la vida de nuestros nuevos amigos.

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